jueves, 5 de marzo de 2009

Sin ser yo.....

Sin ser yo, al menos concientemente, quien guía estas líneas hacia algún lugar no dejo de ser quien sentimentalmente se encuentra vinculado a ellas de manera categórica, casi en extremo… lo lindo de todo este merengue sentimental es que no se vislumbra ninguna solucion de índole practica que haga, por lo menos, ilusionar al resto de las gentes sobre el carácter pragmático de mis resoluciones en cada asunto… no, lo confieso, no lo soy. Jamás fui ni seré un hombre pragmático en sentido estricto.

Me deje seducir en un principio con una formula que suena a sencillez pero que en el fondo, en cada puta acción, solo nos demuestra lo prosaico y elemental del ser humano. Esa formula es la de “medios para un fin”. No hay en mi vida alguna resolución que no haya sido angustiante y complicada, cada minuto de resolución en cada mínimo conflicto fue una inversión, una derogación de energía vital puesta al servicio de la solucion… el pragmatismo, como verán Uds., tiene su maldito precio y cotiza alto en la bolsa de valores dentro de nuestra cabeza… Eran los resultados el producto de aplicar la seductora formula… eran los resultados una porción real de mundo que tenia que disfrazar a mis antojo… (y en esto quiero dejar algo en claro y es que todos hacemos algo similar en cada momento de nuestras patéticas e insoportables vidas… ) Los resultados eran las caras de los demás, de los otros, sus palabras, sus sentimientos, esas cosas diminutas que uno no suele tener en cuenta muchas veces cada vez que piensa en medios para un fin… diminutos puntos fugaces de realidad cargadas de objetividad que se escapan de nuestras manos como un suspiro que busca calentar la mano que se entumece a causa del frió. Solo que el frió habita en mi corazón….

La verdad es que a medida que camino y recorro esta porción de mundo tengo un contacto permanente con divinidades que habitan mi conciencia, con rostros cuyas expresiones invitan a la reflexión, sonrisas que en el fondo se transmutan en simples actitudes condescendiente por parte de gente que no alcanzan a adivinar el sentido de lo que uno intenta decir, rostros y expresiones ricas en significado que se muestran y se ocultan a partir del momento que queremos inocentemente adivinar su esencia mas pura… por eso creo que nos enternecen los niños, representantes de la pulsion originaria y del sentir mas puro e inocente que no siempre se identifica con la bueno y lo noble.

Es así como transcurren mis días, tan vacíos ya la vez tan cargados de inmundicia conciente, de pensamiento desafiante que busca desentrañar aquello que se oculta en lo mas puro detrás de las palabras y los rostros ajenos, tanto es así que mis palabras también suelen ser extrañas a mi mismo de vez en cuando a tal punto que no me reconozco como su autor.

Adrian