jueves, 12 de agosto de 2010

Almuerzo

Un joven, no tan joven... se acerca con dudoso apetito es decir, con mas maña que instinto de conservacion, a un local de comidas, del cual es cliente habitual... y que a esta altura no tiene bien en claro si es o no su favorito, pero se acostumbro a ese y va por que le aceptan los tickets (y con vuelto).
Entra y siente que aun es nuevo y queda bastante tiempo hasta hacer sociales, sabe que lo conocen por que va todos los dias pero aun no hay suficiente confianza... la neurosis lo condiciona.
Mientras enjuaga sus manos y se saca la mugre de los ojos repite insistentemente para si mismo: "Voy a comer algo liviano, voy a comer algo liviano...". Llega finalmente el momento decisivo, la hora de la verdad... "Si que le sirvo?" (Nota, se ve que aun lo tratan de Ud... aun sigue siendo tarde para hacer sociales) "eh... lasañas!!"

Nah.... El joven no tan joven termina de comer y la culpa se lo come a el lentamente. En realidad fue la culpa quien tenia hambre, el pobre joven no tan joven no tenia hambre y lo sabia... fue el plato del dia de su neurosis...

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