jueves, 24 de abril de 2008

Mis poesias...

Steppen Wolf

No tengo una voz, tengo miles.
Todas ellas pronuncian el mismo idioma en distintos lugares,
Y hablan distintos idiomas en un mismo lugar.
Cuando hablo nadie parece oírme.
Cuando los escucho parecen no decir absolutamente nada.
.....Tengo mil voces hablándole al viento.

No tengo un alma, sino miles.
La dinámica esencial de mi comportamiento
son las diferentes tonalidades de gris
Cada una de ellas (de mis almas) nace en mi y se entrega al viento.
Se sumerge dentro del acontecimiento y ahí fallece.
Silenciosa y amargada…

No tengo un alma, tengo miles….
La tristeza es el sentimiento que configura la frivolidad.
Se muy bien que detrás de sus sonrisas se esconde el llanto mas desesperado
y la tristeza que contempla el infinito.
Dirigiéndome hacia la nada, lentamente...
Arrastrado por una navaja en mi mano.

Soy todos los hombres y soy ninguno a la vez...

Soy brutal y soy cortés.
Soy un dios y soy un demonio.
Soy un hombre y a la vez soy una bestia.
Ahora tengo una nueva oportunidad, aquí estoy...junto a Mozart.
Todo esto, al fin, parece querer reorganizarse y empezar nuevamente.





Adrián


Barrilete.

Perdido en el corazón de una nube.
Hay quienes hoy vienen a buscarme...
Buscan eso que no saben…
Buscan aquello que sienten perdido para siempre (Ironía)
Díganles que todavía no pienso bajar.

Que hay algunos corazones atrevidos que aun sonríen.

Hoy tuve una visión...
Se que mañana todo volverá a confundirse nuevamente.




Gestalt.

Hay una nueva forma, mucho menos triste
de entender todo lo que no entiendo.

Hay una nueva luz, un nuevo amigo.
Un costal de huesos que sonríe aun estando triste.

Hay una sonrisa junto a una lágrima.
Sigue faltándome esa palabra que pueda definir como se siente...



Bombeando lágrimas.

¿Cómo explicarte que me han crecido alas?
Tengo alas...Si, esas alas.
Aun siguen sin poder hablar.
Comiéndose al viento, hoy hablan todos los idiomas y tocan todos los corazones.


Domingo.

Derrumbados los pronósticos..., ha llegado un nuevo domingo.
Y oculta bajo su manto gris el mismo revolver de siempre...

Entra a mi corazón, y lo hace sin pedir permiso.
El sabe que este día le pertenece más que ningún otro.

Por suerte ya se ha ido...
Pero sabe perfectamente que algún día lo acompañare para luego no volver.

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